Al día ya no le pediré nada más
solo que aparque los coches
apague las luces y me arrope
que me arrope suavemente
cómo a un niño.
Me daré por alimentado
con un sueño infantil
entre arrecifes de coral
y peces de plata.
Haré la fotosíntesis panza arriba
en las dunas de Tarifa
perderé las pupilas en bosques élficos.
Y mecido por el azul inmenso
llegaré a la mañana
fuerte cómo un roble.
Oxigenado, con savia nueva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario