Tras la gran tormenta
el azul inmenso nos coloreo el talante
Una caravana improvisada de niños incoscientes
nos servía de oasis, contra el mal del diagnóstico
Nuestra sed se aliviaba compartiendo las palabras
estabamos ya cansados de hundirnos en la arena
la luz cegadora ya no confundía nuestros pasos
Como no veíamos la esperanza tuvimos que inventarla.
el azul inmenso nos coloreo el talante
Una caravana improvisada de niños incoscientes
nos servía de oasis, contra el mal del diagnóstico
Nuestra sed se aliviaba compartiendo las palabras
estabamos ya cansados de hundirnos en la arena
la luz cegadora ya no confundía nuestros pasos
Como no veíamos la esperanza tuvimos que inventarla.
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