nadie echa cuentas,
las carencias son inocuas,
los rencores inútiles, minutos son horas
en el reloj de la sobremesa
el retrato de lo cotidiano
se pinta con azul otoño.
Estoy esperando a las garzas
que son mi pinta de flecha.
Ya ha empezado el frío,
Inquietud y nostalgia acechan.
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