Y Madrid volvió a ser un hormiguero
la mayoría del tiempo supervivencia
los mismos temas
las mismas piedras
fruncimos el ceño
cada vez más pellejo
alegría, impaciencia, desidia
Pero con más fotografías
Y Madrid volvió a ser un hormiguero
la mayoría del tiempo supervivencia
los mismos temas
las mismas piedras
fruncimos el ceño
cada vez más pellejo
alegría, impaciencia, desidia
Pero con más fotografías
En ese momento en que estas obcecado con lo inmediato, perdido en el detalle sin importancia, que no te deja ver más allá de tus propias narices.
En ese momento puede estar sucediendo todo.
Que tu vida nunca entorpezca las ganancias.
La avaricia no sabe de idiomas, colores, credos o ideologías.
El lunes se lleno mi casa de gente en algunos casos desconocida e inesperada.
Una de las conversaciones trataba con una ligereza obscena un tema bastante desagradable que no viene al caso.
Como un barrendero que encuentra algo valioso entre la basura, rescaté una frase que lleva todo el día rondando en mi cabeza.
Cada día es un regalo
La vuelta es agridulce
por un lado el encuentro con los afectos
por otro la negación de la áspera realidad.
Naturaleza contradictoria.