viernes, 29 de junio de 2018

Abisal

Flotas en la habitación,
cómo el recuerdo de otra vida.
Café ardiente que quema y alivia a la vez,
canción que gusta y duele,
pelusa del árbol que nunca toca el suelo,
imagenes mudas de un tiempo pasado,
espejismos, supersticiones, esperanzas.
La tertulia que se hace día,
el vino que calienta el hocico,
las ideas tiernas y espontáneas,
el beso que nunca llega,
los miedos que atenazan,
el lugar donde te conocí,
la amabilidad del puchero,
la sensualidad del ensayo,
la amplitud de la horas muertas,
un espacio tan profundo
que hasta su dueño tiene dificultades para llegar.

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