no caminan, no cuentan
se refugian entre cartones,
la vida en blanco y negro,
no sienten, solo padecen,
son felicidad en media sonrisa,
supervivencia, coraje,
resiliencia y dignidad,
solo dejar pasar los días,
con la delicadeza de lo lento
con la riqueza de lo mínimo,
con la sabiduría del lo natural,
son la orilla de un río invisible.
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