miércoles, 9 de septiembre de 2015


Lo he sabido cuando leía la última línea de la larga novela que me ha acompañado en el calor. Se ha acabado el verano.Porque las nubes cubren la ciudad como una cama mal hecha. Porque las horas de sueño nunca son suficientes. Porque los minutos de silencio son un lujo sofisticado. Porque los embotellamientos no dejan al sol ponerse. Porque no sé cuando bajar a comprar.

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